BLEFARITIS

Del griego Blefaro = parpado e itis = inflamación.
Inflamación del borde del parpado.

Es una inflamación de los folículos de las pestañas, a lo largo del borde del párpado. La causa es la proliferación excesiva de bacterias que normalmente se encuentran en la piel.

Descripción:

Se presenta como un enrojecimiento e hichazón del borde del parpado acompañado o no de escamas de color blanco entre las pestañas. En los casos más avanzados se aprecia una pérdida considerable de las pestañas.

Características:

Se presenta por igual en ambos ojos, y puede aparecer desde la infancia y prolongarse hasta la adolescencia y a veces hasta la adultez. Generalmente esta anomalía de los ojos responde bien al tratamiento, pero es altamente recidivante y puede haber conjuntivitis asociada y sensacion de cuerpo extraño por las costras que se desprenden y caen dentro de los ojos.

Causas:

Esta afección puede estar asociada a un problema de tipo seborreico de la piel del párpado o a una disfunción de las glandulas que producen la grasa para la lubricación del ojo. La infección bacteriana del borde marginal del parpado, es generalmente una complicación del problema que agrava la sintomatología del paciente, pero puede ser por si sola el origen de una blefaritis.

La blefaritis también es producida por un hongo llamado pityrosporum ovale, comunmente se cree el responsable de la caspa en el cuero cabelludo o dermatitis seborreica. Este se alimenta de la grasa en el borde palpebral y por ello habita en la zona de mayor densidad de glandulas cebáceas.
Estudios también  identificaron pequeños artrópodos como causantes de blefaritis. Dos especies de ácaros Demodex  viven en los folículos de las pestañas en humanos, aunque normalmente son benignos pueden facilitar las infecciones en sistemas inmunológicos deprimidos o edad avanzada. Sus huevos y cuerpos en descomposición obstruyen las glándulas de meibomio provocando blefaritis. Finalmente, la blefaritis angular implica la obstrucción de los conductos lagrimales y puede estar causada por bacterias: estafilococos (gram-positivos) y/ o moraxella (gram-negativos).

*1. McCulley JP, Dougherty JM, Deneau DG. Classification of chronic blepharitis. Ophthalmology 1982;89:10:1173-80.

Otra causa es una alergia a ciertos elementos como cosméticos, cremas faciales, algunas sustancias químicas que pueden ser llevadas a los ojos por accidente o por falta de seguridad industrial en el trabajo.

Y por último se estima que la existencia de un defecto refractivo no corregido principalmente astigmatismos hipermetrópicos o hipermetropías bajas, pueden también propiciar una blefaritis, por el esfuerzo constante a que se somete el ojo para acomodar a las diferentes distancias, principalmente en la visión cercana o trabajando durante muchas horas frente a un computador.

Signos:

Enrojecimiento, inflamación, presencia de escamas o caspa, costras, secresiones, puntos amarillo-blanquecinos que son las aberturas de las glándulas en el borde del párpado. Además mala distribución y disminución del numero de pestañas.

Sintomas:

Aunque la blefaritis crónica no presenta casi sintomatología, en algunos casos es reportado un escozor, prurito, quemazón y sensación de cuerpo extraño. En ocaciones es reportada una fotofobia moderada.

En la blefaritis aguda es reportado mucho dolor localizado.

Mecanismo de la enfermedad:

En el margen del párpado se encuentran unas glándulas pequeñas cuya función es producir una secresion oleosa que lubrica la superficie del ojo y la cara interna del párpado, ayudando a evitar la evaporación temprana de la lagrima. Al obstruirse estas glándulas sus secreciones quedan atrapadas y se forman ácidos grasos que irritan el ojo. El borde palpebral se inflama y enrojece. Como mecanismo de defensa, el ojo irritado produce más secresion mucosa y proteínas que se acumulan en el borde del párpado, formando las escamas o costras que son comunes en la blefaritis. Al acumularse estas escamas, se propicia un ambiente favorable para la proliferación de bacterias que liberan toxinas e irritan más la superficie del borde palpebral.

Tipos de blefaritis:

Blefaritis aguda:

Cuando el párpado se infecta con bacterias en forma aguda  se le denomina orzuelo. Si se inflama e infecta un folículo de una pestaña se denomina orzuelo externo y si la afectada es una glándula de meibomio se le llama orzuelo interno o chalazión agudo.

A la vista se observa una lesión abultada y enrojecida en el borde del párpado muy dolorosa en su fase aguda que puede llegar a ulcerarse si no es tratada a tiempo.

Blefaritis crónica:

Es la más común y suele presentarse asociada a infección estafilocócica. Frecuentemente es asintomática, pero puede venir asociada con conjuntivitis o queratitis, posiblemente como una reacción de hipersensibilidad a antígenos estafilocócicos. La bacteria más comunmente encontrada en este tipo es el Estafilococo Aureus y el Estafilococo Epidermis, las cuales son bacterias que normalmente encontramos en la flora bacteriana palpebral, pero son más abundantes en los parpados con blefaritis.

El comportamiento de estas bacterias es impredecible. Pueden aparecer y desaparecer por un tiempo y volver a aparecer; esta puede ser la razón por la que la enfermedad es altamente recurrente. Los niveles de población pueden variar de acuerdo con una serie de factores, incluyendo componentes de los residuos de la película lagrimal, espacio disponible, nutrientes disponibles, medio ambiente/ ubicación geográfica, respuesta inmune, etc. Estudios hablan del “quorum sensing” el cual es la capacidad de las bacterias de reaccionar a su propia densidad de población, y se rige por la secreción bacteriana de moléculas denominadas auto-inductores.

A la vista se observan ambos párpados inflamados y enrojecidos con escamas y o costras y en casos avanzados se puede presentar ausencia de pestañas en algunas zonas.

Paciente de 14 años. Con aspecto típico de ojo con Blefaritis Crónica

Desde el punto de vista clínico la blefaritis se clasifica en dos grandes grupos, en función de la parte del párpado afectada:

Blefaritis anterior:

Afecta la piel y las pestañas. Las pestañas son irregulares y menos numerosas

Blefaritis posterior:

Afecta las glándulas de meibomio. La meibomitis es una inflamación palpebral posterior y puede estar asociada a cambio en los lípidos meibomianos, lo que produce un estancamiento y oclusion de las aberturas de las glándulas.

Tratamiento:

Aunque la blefaritis responde bien al tratamiento es destacable tener en cuenta que la higiene del borde del párpado es clave en la recuperación del paciente. En casos no muy avanzados es de recomendar al afectado la higiene diaria con champo suave, lo que puede controlar la enfermedad por si sola. Solamente se deben formular antibioticos o unguentos antiinflamatorios en casos de mayor complejidad y es indispensable mantener en control al paciente para comprender mejor la etiología y evolución de la afección.

Adicionalmente si descubrimos un defecto refractivo es necesario prescribir de inmediato los anteojos correspondientes. Es contraindicado por la naturaleza de la patología el uso de lente de contacto en pacientes con blefaritis, puesto que la mayor secresion de mucina o proteínas harían que los lentes formaran depósitos proteínicos rapidamente, lo que dejaría inservibles los lentes de contacto. Además por la obstrucción e infección de las glándulas de meibomio se trastorna la pelicula lagrimal, lo que no favorece a una buena adaptación de lentes de contacto.

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